Esta prueba prenatal (también llamada prueba del pliegue de la nuca
fetal) puede ayudar a tu médico a evaluar el riesgo de que el bebé
presente síndrome de Down u otras anomalías cromosómicas, así como
problemas cardiacos congénitos importantes.
La translucencia nucal no es
invasiva. Utiliza la técnica de la ecografía (ultrasonido) para medir el
espacio claro ("translúcido") en el tejido de la parte posterior del
cuello del bebé. Los bebés con anomalías tienden a acumular más líquido
ahí durante el primer trimestre que los demás, lo que hace que este
espacio translúcido sea más grande.
La prueba de translucencia de la
nuca fetal debe realizarse cuando te encuentras entre las semanas 11 y
14 de embarazo (el último día en que puedes hacerla es el día en que
cumples 13 semanas y 6 días de embarazo). En Estados Unidos, se suele
ofrecer junto con una evaluación sobre presencia o ausencia de hueso
nasal y un análisis de sangre. Este conjunto de pruebas se conoce como
pruebas de detección del primer trimestre.
Si bien la prueba de
translucencia de la nuca fetal no te proporcionará el diagnóstico
definitivo que obtendrías con pruebas como el análisis de vellosidades
coriónicas (CVS) o la amniocentesis, sí te puede ayudar a decidir si
deseas someterte a una de estas pruebas diagnósticas invasivas que
conllevan un pequeño riesgo de aborto. Esta prueba está disponible en
casi todos los centros médicos y se ofrece a la mayoría de las
embarazadas durante el primer trimestre de gestación.